Están por todos lados, se reproducen como la hierba inútil. Gente bien jodida, bastardos de amor, belleza y vida propia se convierten en los verdugos del resto. Son aves carroñeras que se alimentan de cuerpo sin vida porque vida no tienen. ¡Obsérvalos: se regocijan con la sangre del otro, se alimentan del dolor ajeno, sacian su sed en lágrimas saladas de muertes, traiciones y penas! Nunca tuvieron erección u orgasmo, jamás podrán tener hijos y si los tienen, joderán sus miserables vidas porque nadie puede mamar de la podredumbre sin oler a carne descompuesta. Enfermarán y deberán lamer sus propias heridas. Morirán y nadie los recordará.
martes, abril 20, 2010
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