sábado, mayo 26, 2012

sábado, mayo 05, 2012

Memoria


En el anverso de la piel —ahí donde nadie lo puede ver— todavía lleva marcadas mis manos.
En un oscuro rincón de los recuerdos —ahí donde nadie puede entrar— todavía tiene guardados mis besos.
En un cajón oculto de la memoria —ahí donde nadie buscaría— todavía atesora mis palabras: las dichas y las escritas.
Porque él y yo sabemos —y con eso alcanza— que tal vez nadie vuelva a ser todo eso que no fuimos porque no pudimos.
Y es por eso que la imposibilidad casi, casi se torna irrelevante.
Porque él y yo sabemos —y con eso alcanza— que a veces somos aunque ya no estemos.

Felizmente copiado de http://objecionario.blogspot.com/

miércoles, mayo 02, 2012