domingo, marzo 28, 2010

De risas: sobre discusiones constructivas

Alguien...

Porque ahora no pedimos a nadie que no se vaya...

sábado, marzo 27, 2010

Donde el error no existe, Henrique Fialho

Versión original del portugués aquí: Antologia do esquecimento

No llegues tarde a mi hora. Si puedo darme al desplante de haber llegado tardíamente a mi tiempo, no puedo consentir que los demás lleguen tarde a mi hora. Sería desesperante esperar más de lo que me es permitido esperar. Y solamente me es permitido esperar lo suficiente para que toda la esperanza deje de tener sentido cualquiera. Como en el jazz tocando en las caves de Paris, hay muchos caminos en la encrucijada de las falsas esperanzas. Por eso no llegues tarde. La vida me ha ofrecido algunos sinsabores. Nada comparable a la ligereza con que ciertas mujeres balancean las caderas en el interior de las tiendas donde buscan el confort de los días, nada comparable a la lluvia pequeñísima que cayó en la noche para ahora estar escurriéndose en los vidrios como una especie de nostalgia que nos escurre en la piel. En fin, ninguno de los sinsabores que la vida me ofreció se compara a la insoportable superficialidad con la que algunas almas miran sus propios cuerpos. Y yo me zambullo en el agujero solitario de esta pobreza y pienso que la felicidad es un derecho a la alegría, pienso que todo ser humano tiene, anda a saber, el derecho a la alegría, y que si esa alegría puede ser encontrada en cosas tan banales como el color correcto para las sillas de casa, el tono más adecuado a una piel trigueña, entonces, ¿por qué diablos he de espantarme con ese derecho a censurarme por no ser así? Sabes lo que me hace falta, esas noches en las que pasaba el tiempo escuchando Sam Prekop mientras la botella de vino tinto desaparecía lentamente adentro de un cuerpo que ya nació cansado. Tú sabes la falta que me hace el silencio de las páginas de los libros, aún cuando imprimen en el ritmo de la lectura un ruido estático, una especie de accidente sin causa, un barullo que no puede ser escuchado porque está adentro de nosotros, nadie puede compartirlo con nosotros, no lo podemos distribuir por el mundo como quien distribuye pisadas en la arena. Lejos están los días en los que podía darme el lujo de estar todo el tiempo maquinando con los dedos sobre la superficie de un cuerpo, en los que podía golpear levemente con las manos en las nalgas y hacer de ese gesto el momento alto de una musicalidad que se fue. Lejos están los tiempos en que tus ojos me transmitían la musicalidad de los espanta-espíritus. Réstanos ahora recuperar la memoria de los días y de las noches en que pedíamos para que nadie se fuera con una convicción que traía al pedido un deseo incuestionable, porque ahora no pedimos a nadie que no se vaya, simplemente mostramos aquel espanto hipócrita que se muestra a alguien que se va, simplemente preguntamos ¿ya? Como si ¿ya? no quisiera decir finalemente solos. ¿Qué cambió? Los violines aún lloran, los ritmos brasileros no fueron revocados, el jazz se mantiene como un impulso que llora de risa por no tener por qué llorar. Pero parece haber una penumbra sobre los rostros y parece que de la penumbra los rostros surdan todos deformados, como si fuesen fantasmas, como si ya nada fuese orgánico, palpable, concreto, como si fuésemos meras conjugaciones de números, códigos que simulan presencias, imágenes cifradas. Tú sabes lo que me hace falta. No hubiese sido forzado a este escandaloso estado de muerte, donde los juegos son ejecutados con adversarios sin rostro, no me hubiese quedado del lado equivocado del tiempo incierto, no hubiese mi existencia sido transformada en cualquier forma de entretenimiento mal pago, y yo no estaría aquí deshaciéndome en palabras inútiles. Tú sabes de lo que siento falta. Siento falta de la música donde embarcaba para puerto incierto, siento falta de una cierta oscuridad que escapa a estos velos cibernéticos bajo los cuales disimulamos la vida, siento falta de la práctica que no me llevaría a bajar el rostro al galanteo de la chica brasilera que me sirvió hoy el café, siento falta de aquella seguridad con que tomábamos la guitarra abandonando las cuerdas al sonido del viento y luego escupíamos hacia el costado el fusilamiento de las horas, las notas al lado, los acordes fallados, porque todo era tan espontáneo, todo era tan improvisado, todo era sin cualquier tipo de escena armada, todo era tan sin ensayos que hasta el error parecía cierto y la falla no nos obligaba a recoger los ojos en el fondo del vacío.

viernes, marzo 26, 2010

Palabras de tinta

Empiezo a escribir porque la hoja está vacía y mi mano acaricia instintivamente el bolígrafo. Casi sin querer hacerlo, dejo que las palabras se dibujen como quien dice vi luz y subí. Podría dejar de decir estas cosas, sencillamente reposar el bolígrafo sobre el escritorio y cerrar el cuaderno. Podría ser aún más radical y arrancar esta hoja, matarla en mil trozitos de nada y encerrarla en el olvido de la papelera. Podría. Pero alguien vive en mí y quiere gritar en tinta azul. Si fuera Henrique Fialho algo visceral, un grito depresivamente desgarrador saldría en frases perfectamente construídas. Pero no soy portuguesa y palabras como alentejo no tienen cabida en mis escritos. Nostalgia es lo que siento. Nostalgia de esa que fui en mis anhelos. Pero soy ésta que soy. Escribo porque no tengo fuerzas para hacer otra cosa. Dejaré de escribir porque sí.

jueves, marzo 25, 2010

Oraciones y penitencias por aquellos que han ofendido


No hay ofensa mayor que un niño se muera de hambre. Es imperdonable en un mundo donde la producción de bienes y servicios va en aumento.

No hay ofensa mayor que un niño sea abusado sexual y emocionalmente.

Parece que el Papa siente "vergüenza y remordimiento" por los numerosos abusos que realizaron sus vasallos. Para los que han ofendido, la iglesia los castiga con "oraciones y penitencias".

No tiene perdón.

Que se haya intentado ocultar los delitos para que la Iglesia no quede mal parada, no tiene perdón. Que durante decenas de años, los supuestos guías espirituales hayan abusado de la confianza de creyentes y ahogado sus penas sexuales en niños y niñas indefensos, no tiene perdón. Que después de conocido el abuso, siguieran en la misma ciudad que sus víctimas, que los padres de sus víctimas en un ejemplo vergonzoso de falta de justicia e impunidad, no tiene perdón. Que recién ahora la Iglesia y el Sumo Pontífice reconozcan la responsabilidad de sacerdotes en abusos cometidos en Irlanda, no tiene perdón. Que la Iglesia y el Sumo Pontífice sigan haciéndose los idiotas ante la responsabilidad en el abuso de niños y niñas en Alemania, Holanda, Suiza y Austria, no tiene perdón.

Mientras tanto las iglesias están ornamentadas elegantemente, ostentando las ganancias del negocio más rentable en la historia del hombre: la fe.

Mientras tanto se mueren niños y niñas de hambre en todo el mundo. Para esos niños no existe dios, ni sacerdotes, ni iglesias, ni papas (afortunadamente).

lunes, marzo 22, 2010

Al rescate

Cuando uno está peligrosamente acostumbrada a uno mismo, aparece alguien para recordar que el encuentro con el otro, a veces, puede ser incluso más satisfactorio. A veces el rescate tiene rostro de claudias, damianas y noeles. Llega en interminables charlas de fines de semanas, regadas de risas, comida casera y vino. Otras veces, tiene rostro de varón de hermosa sonrisa y hermosos ojos y llega en interminables caricias y la calidez de un cuerpo humano abrazado a otro  en un domingo lluvioso de comienzo de otoño.

jueves, marzo 18, 2010

Cabezas pensantes, Pepe Mujica

"La vida ha sido extraordinariamente generosa conmigo. Me ha dado un sinfín de satisfacciones más allá de lo que nunca me hubiera atrevido a soñar. Casi todas son inmerecidas. Pero ninguna más que la de hoy: encontrarme ahora aquí, en el corazón de la democracia uruguaya, rodeado de cientos de cabezas pensantes. ¡Cabezas pensantes! A diestra y siniestra. Cabezas pensantes a troche y moche, cabezas pensantes pa’ tirar pa’ arriba. 
¿Se acuerdan de Rico Mac Pato, aquel tío millonario del pato Donald que nadaba en una piscina llena de billetes? El tipo había desarrollado una sensualidad física por el dinero. Me gusta pensarme como alguien que le gusta darse baños en piscinas llenas de inteligencia ajena, de cultura ajena, de sabiduría ajena. Cuanto más ajena, mejor. Cuanto menos coincide con mis pequeños saberes, mejor. 
El semanario BÚSQUEDA tiene una hermosa frase que usa como insignia: “Lo que digo no lo digo como hombre sabedor, sino buscando junto con vosotros”. Por una vez estamos de acuerdo. ¡Si estaremos de acuerdo! Lo que digo, no lo digo como chacarero sabiondo, ni como payador leído, lo digo buscando con ustedes. Lo digo, buscando, porque sólo los ignorantes creen que la verdad es definitiva y maciza, cuando apenas es provisoria y gelatinosa. Hay que buscarla porque anda corriendo de escondite en escondite. Y pobre del que emprenda en soledad esta cacería. Hay que hacerlo con ustedes, con los que han hecho del trabajo intelectual la razón de su vida. Con los que están aquí y con los muchos más que no están."

miércoles, marzo 17, 2010

Sexo 2

El soy es fui cada vez que dejó de ser ahora. Para dejar de ser cada vez que soy, debería perder toda referencia (sin tiempo no hay tiempo). Pero si dejara de ser, entonces, no habría necesidad de dejar de ser. No me resta más que estar condenada al fui, aún antes del seré.

lunes, marzo 15, 2010

Sexo

Tengo un cuerpo tan histéricamente neurótico que ni siquiera obeso puede ser. Siente fastidio y ansiedad.  Fastidio por ese estado siempre insatisfecho.
Me como una torta de chocolate y frutillas para callar la histeria, pero no engordo. Ni siquiera obesa puedo ser.

miércoles, marzo 10, 2010

De lindos ricos y feos pobres

Los lindos y ricos se ven, se reconocen y se amontonan en un mismo lugar. En el lugar de los lindos y ricos donde los feos pobres y pobres feos no tienen cabida. En este otro lugar, estamos los feos y pobres y los no tan feos ni tan pobres. En este lugar somo felices.

jueves, marzo 04, 2010

"Poema en línea recta", Fernando Pessoa

Nunca conocí a nadie a quien le hubiesen roto la cara.
Todos mis conocidos fueron campeones en todo.
Y yo, que fui ordinario, inmundo, vil,
un parásito descarado,
un tipo imperdonablemente sucio
al que tantas veces le faltó paciencia para bañarse;
yo que fui ridículo, absurdo,
que me llevé por delante las alfombras de las formalidades,
que fui grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
que recibí insultos sin abrir la boca
y que fui todavía más ridículo cuando la abrí;
yo que resulté cómico a las mucamas de hotel,
yo que sentí los guiños de los changadores,
yo que estafé, que pedí prestado y no devolví nunca,
yo que aparté el cuerpo cuando hubo que enfrentarse a puñetazos.
Yo que sufrí la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
me doy cuenta que no hay en este mundo otro como yo.

La gente que conozco y con la que hablo
nunca cayó en ridículo, nunca fue insultada,
nunca fue sino príncipe - todos ellos príncipes - en la vida...

¡Ah, quien pudiera oír una voz humana
confesando no un pecado sino una infamia;
contando no una violencia sino una cobardía!
Pero no, son todos la Maravilla si los escucho.
¿Es que no hay nadie en este ancho mundo capaz de confesar que una vez fue vil?
¡Oh príncipes, mis hermanos!

¡Basta, estoy harto de semidioses!
¿Dónde está la gente de este mundo?
¿Así que en esta tierra sólo yo soy vil y me equivoco?

Admitirán que las mujeres no los amaron,
aceptarán que fueron traicionados - ¡pero ridículos nunca!
Y yo que fui ridículo sin haber sido traicionado,
¿cómo puedo dirigirme a mis superiores sin titubear?
Yo que he sido vil, literalmente vil,
vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.

martes, marzo 02, 2010

"El sujeto del cambio sos vos, querido Pueblo" (Pepe Mujica)


Soy de izquierda. Fíjese que he dicho soy y no me defino. En mi ser no hay espacio para otra forma de pensar la política y los gobernantes. Me siento responsable por ese pueblo pobre y sufridor. Fueron incontables, demasiadas, las veces en las que me ha sido difícil compartir este mi particular forma de sentir mi hermano social. Ese hermano que si nació rosadito y de ojos claros, tendrá la piel oscura de tantas noches de invierno a la intemperie, del vino de a litro corriendo por sus venas. Si nació con los ojos azules como el mar, no podrán verse cuando cumpla catorce años. De tanto garrote y miseria le crecerán arrugas tan profundas como el Río de la Plata. No comparto los políticos de derecha porque no entiendo su dialéctica. Poca tolerancia siento por los ciudadanos de este país que se dicen de izquierda pero poco entienden sobre solidaridad. Algunos se definen de izquierda, pero otra cosa son. Parece que está de moda o conveniencia votar al Pepe. Y ahora que ya es formalmente el presidente de los orientales muchos otros de izquierda aparecerán. Brotará de la mierda gente que venga con la palabra "compañero" en la boca, sin que entiendan que el compañero es ese delincuente y marginal que nunca tuvo una oportunidad en su vida. El "compañero" nació condenado a ser un miserable y morirá miserable si los que tuvimos otra suerte en el nacer no hacemos algo por cambiar su realidad. En general soy bastante escéptica, pero desde ayer mi ser social y político de izquierda se siente confiado. Una vez más la retórica sencilla y del pueblo de Pepe Mujica me hace confiar en un Uruguay más justo para todos.
Escucharlo aquí: Pepe Mujica