sábado, febrero 27, 2010

Ambiance...



Cada noche es así: el jazz tocando suave y dulcemente. Las velas encendidas. Sobre la ventana el sol que, de vergüenza a tanto desparpajo de pereza, se esconde. La gata negra acaricia felinamente mis piernas, reclama el pago de sus honorarios por hacerme compañía. Unas cuantas caricias la satisfacen y se acuesta a dormir una de sus tantas siestas diarias. Se duerme cerca de donde estoy sentada, cobijándose en mi mirada. El reflejo de las llamas sobre el decanter me entretiene. Soy como el vino que se airea y deja reposar sus impurezas. Mi hogar es un decanter. Mis pensamientos están aireados y mis impurezas yacen en el fondo. Todo es perfecto: el jazz, las velas, la gata, el aroma, el decanter, mis pensamientos y yo.

2 comentarios:

Ernesto dijo...

Ambiente en el que me gustaría estar aunque fuera en uno de los más recónditos rincones. Noche, silencio, jazz, vino, velas, la gata sesteando... un lujo para los sentidos.

Y la voz de la gran Ella envolviéndolo todo, una delicia. Cuando terminé te propongo otra voz, ésta como un quejido amargo, la de Billie Holiday, doliéndose con My Man.

Perfecto y evocador post, especialmente agradable a los que somos amantes del jaz y de la noche.

Gracias.

Sol dijo...

Delicioso comentario, Ernesto. En particular por la sugerencia de My Man en la voz de Billie Holiday. Aproveché la caída del sol para escuchar Am I blue, The Man I Love y la fantástica Nina Simone...
La música siempre contribuye con el ambiente apropiado. No hace falta absolutamente nada. Todo es perfecto.