Luego de tres horas entre trapos, escobas, vajillas, lavarropas y lustramuebles, me tiro en la cama agotada y baqueteada pero feliz con mi madriguera armoniosa y perfumada. Me resisto entrar al mundo cibernético como cada noche y poco atractivas me resultaron las caricias de las páginas del libro de Pedro Figari que descansa en mi almohada. Prendo mi única televisión de 14'' abandonada desde hace varios meses y me aparece la imagen de Angelina Jolie...
Si no fuera que es un cómodo refugio para Saba, ventaría ese estúpido aparato por el decimoquinto piso aún bajo el riesgo de matar a algún transeúnte nocturno. Así es la vida: uno intenta mantener su auto-estima en niveles decorosos y una sola imagen te devuelve al mundo real. Mi deseo, surgido de la más visceral envidia, es que sus incontables hijos multicolores invadan su cama matrimonial y no le permitan disfrutar del cuerpo de su marido...Del marido, mejor ni hablemos!
2 comentarios:
jajajajaj, me encantó!!! la foto de Saba algo que se ve muy a menudo y lo mejor el marido de Angelina Jolie jijij
No le basta ser espectularmente hermosa, se acuesta con ese tipo! Y dicen que existen un dios!...Vos reíte, te va a tocar cuidar a Saba por tres semanas. Ya vas a ver!
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