martes, enero 05, 2010

"Esta velha angústia", Fernando Pessoa



Esta velha angústia,
Esta angústia que trago há séculos em mim,
Transbordou da vasilha,
Em lágrimas, em grandes imaginações,
Em sonhos em estilo de pasadelo sem terror,
Em grandes emoções súbitas sem sentido nenhum.
Transbordou.

Mal sei como conduzir-me na vida
Com este mal-estar a fazer-me pregas na alma!
Se ao menos endoidecesse deveras!
Mas não: é este estar entre,
Este quase,
Este poder ser que...,
Isto.

Um internado num manicómio é, ao menos, alguém,
Eu sou um internado num manicómio sem manicómio.
Estou doido a frio,
Estou lúcido e louco,
Estou alheio a tudo e igual a todos:
Estou dormindo desperto com sonhos que são loucura
Porque não são sonhos.

Estou assim...

Pobre velha casa da minha infância perdida!
Quem te diria que eu me desacolhesse tanto!
Que é do teu menino?
Está maluco.
Que é de quem dormia sossegado sob o teu tecto provinciano?
Está maluco.

Quem de quem fui?
Está maluco.
Hoje é quem eu sou.
Se ao menos eu tivesse uma religião qualquer!
Por exemplo, por aquele manipanso
Que havia em casa, lá nessa, trazido de África.
Era feíssimo, era grotesco,
Mas havia nele a divindade de tudo em que se crê.

Se eu pudesse crer num manipanso qualquer – Júpiter, Jeová, a Humanidade –
Qualquer serviria, Pois o que é tudo senão o que pensamos de tudo?

Estala, coração de vidro pintado!




Esta vieja angustia,
Esta angustia que traigo hace siglos en mí,
Rebasó la vasija, en lágrimas, en grandes imaginaciones,
En sueños al estilo de pesadilla sin terror,
En grandes emociones súbitas sin sentido alguno.

Rebasó.
¡Mal sé cómo conducirme por la vida
Con este malestar haciéndome dobleces en el alma!
¡Si al menos enloqueciese de veras!

Pero no: es este estar entre,
Este casi,
Este poder ser que...
Esto.

Un interno en un manicomio es, al menos, alguien,
Yo soy un interno en un manicomio sin manicomio.
Estoy loco en frío,
Estoy lúcido y loco,
Estoy ajeno a todo e igual a todos:
Estoy durmiendo despierto con sueños que son locura
Porque no son sueños.

Estoy así...

¡Pobre vieja casa de mi infancia perdida!
¡Quién te diría que yo me descobijara tanto!
¿Qué es de tu niño? Está loco.
¿Qué es de quien dormía tranquilo bajo tu techo provinciano?
Está loco.

¿Quién de quien fui? Está loco. Hoy es quien yo soy.
¡Si al menos tuviese una religión cualquiera!
Por ejemplo, por aquel fetiche
Que había en casa, allá en aquélla, traído de África.
Era feísimo, era grotesco,
Pero había en él la divinidad de todo en lo que se cree.

Si yo pudiese creer en un fetiche cualquiera —
Júpiter, Jehová, la Humanidad —
cualquiera serviría,
¿Ques qué es todo sino lo que pensamos de todo?

¡Estalla, corazón de cristal pintado!

Trad.: S.M

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