Ayer fue el primer día de la Brigada "El Hormiguero" en el Cerro. El comienzo de 14 nuevas viviendas que se traducen en una mejor calidad de vida para catorce familias uruguayas que entraron el nuevo año en una situación de extrema pobreza y vulnerabilidad. Fue un día caluroso, el sol fue impiadoso, el trabajo peor. Tengo ampollas y cayos en las manos de cargar carretillas y baldes de pedregal y arena durante todo el día, pero el corazón se siente contento.
Los años no acompañan: mis casi 39 se sienten en la espalda, los brazos, las caderas...Pero durante esas jornadas, de puro esfuerzo físico, es cuando siento que algo hago de inmediato por nuestra gente. Está el cargo que ocupo ahora, por supuesto, pero los cargos y los sueldos son tan efímeros...sin embargo, la combinación del cansancio que siento, el dolor en las manos y la alegría en el corazón valen mucho más que cualquier cargo, cualquier sueldo, cualquier reposo.
Yo apoyo el trabajo voluntario porque enriquece el pensamiento, conecta con la realidad y alegra el corazón.
Feliz 2012!
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