No hay nada como, en un día de lluvia, comer tortas fritas. Ha sido así desde que el Uruguay es Uruguay o Banda Oriental del Uruguay...Algo parecido sucede con el mate, pero no solamente en día de lluvia.
Hoy he intentado por tercera vez hacer tortas fritas y disfrutarlas mirando la lluvia copiosa de verano. Mi tercer intento fallido. No es que quisiera que me salieran igual a las de mi madre. Mi pretensión no llegaba a tanto. Pero, al menos, que fueran comestibles.
Es así que el día de hoy, me declaro oficialmente incompetente para hacer tortas fritas o preparar un mate.
¡Sí, claro que soy uruguaya!
2 comentarios:
Yo supe hacerlas, en algún momento...
Hoy creo que ni recuerdo como era.
El mate, en cambio, es como andar en bicicleta. Una vez que le sale uno bueno, ya no se olvida más.
En cualquier caso, gana la solemnidad de su declaración, compatriota.
:) Pues, fíjese que ni siquiera puedo presumir que sé andar en bicicleta...En cuanto al mate, sigo intentándolo y convirtiéndome en mi propia víctima...
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